¡Cuántas veces nos hemos sorprendido en nuestras vidas! Seguro que en medio de nuestras congojas y agobios diarios, podemos encontrar algún recuerdo positivo por su carácter inesperado y sorpresivo.
Quizás fue el encuentro con una persona con la que habías perdido el contacto, un aprobado en un examen que dabas por perdido o una inesperada llamada anunciándote un trabajo prometedor.
Las casualidades no dejan de ser causalidades no entendidas. Estos momentos mágicos no dejan de ser consecuencias de un porcentaje (pequeño u alto según el criterio de cada uno) de nuestras decisiones y acciones que han facilitado que se produjeran.
De aquí que si decidimos luchar por algo, las probabilidades de conseguir nuestras metas aumenten y su carácter mágico y sorpresivo suceda (principalmente cuando nos olvidamos de todo lo que hemos hecho y más si no nos acordamos de aquello que decidimos conseguir).
Pero ¿cómo facilitar esta magia?
- Enfócate
Cuando tienes claro lo que quieres, es lógico que acabes poniendo todos tus esfuerzos y recursos en su consecución. Por tanto, la probabilidad de que al final alcances tu meta es mayor cuanto más claro la tengas.
Este enfoque es la piedra angular de la magia, ya que todo lo que haremos no solo nos satisfará sino que lo dará sentido.
- Actúa
Desde el coaching se insiste en actuar, actuar y actuar. Tiene sentido, puesto que solo moviéndonos podemos llegar a otro punto. Desde la probabilidad especulativa, es más probable que consigamos algo si nos movemos hacia ello, que si nos quedamos sentados esperando a que nos llegue.
Hoy en día quizás sea necesario tener claro que lograremos salir de nuestra situación si nos movemos a que si nos quedamos parados.
- Mente abierta
Una de las características de la magia es que no esperamos el final. De esta manera, debemos tener la mente abierta, esperando cualquier acontecimiento que suceda o que se nos exija sin cerrarnos y atarnos a nuestras ideas inmutables. Debemos estar receptivos a otros puntos de vista, opiniones y sucesos.
- Resiliencia
A lo largo del camino que emprendemos en la consecución de nuestras metas, pasamos por diversas fases. Si no en todas, en la mayoría hay momentos negativos, contrariedades, bajas energías o acontecimientos frustrantes.
En esos momentos debemos tirar de nuestra resiliencia, adaptarnos a las adversidades, viendo lo positivo y sacando todo lo que nos pueda beneficiar para la consecución de nuestro objetivo.
- Acepta
Ante esas circunstancias adversas no debemos resistirnos o negarnos a ellas. Nuestra mejor actitud es la de aceptarlas; solo así podremos hacerlas frente.
Por otro lado, también debemos aceptar los momentos positivos y sorprendentes, sintiéndonos válidos y merecedores puesto que así fomentaremos más ilusiones y ganas de seguir luchando por aquello que nos haga felices.
- Confía en ti mismo
Quizás lo más importante, y que suelo repetir en mis artículos, es que confíes en ti mismo. No solo hay que tirar de resiliencia y de aceptación, sino que debemos confiar y sentirnos seguros con aquello por lo que estamos trabajando y estamos siendo.
Esta confianza dará sentido y gasolina a nuestra motivación y a dirigirnos a ser testigos de la magia en nuestras vidas.
Carlos Postigo
Excelente me encantó
Gracias Alba. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.