8 Enseñanzas Impartidas Por Un Niño

Los que tenemos niños experimentamos de vez en cuando uno de los acontecimientos más bonitos a la par que enigmáticos que nos puede ofrecer nuestra relación con ellos: nos regalan grandes momentos de Sabiduría.

Carlos Postigo Psicólogo
«Niños jugando a los dados» – Bartolomé Esteban Perez Murillo

Estas situaciones pueden presentarse en un instante por sorpresa, como aparecer tras una elaboración no racional por nuestra parte. Es decir, pueden surgir en un comentario que nos dice nuestro hijo a una pregunta neutra o darnos cuenta de algo después de un tiempo sin ser consciente de lo que nos estaban enseñando.

Creo que podríamos elaborar una grandiosa enciclopedia si reuniéramos todo esos momentos de lucidez. Son Valores, Enseñanzas, Ideas Creativas, Sentimientos… todo un conjunto de elementos que nos hacen ser humanos.

1. Amor

Pienso que la mayor enseñanza que podemos obtener es el Amor. Todo ese Amor que dan, que regalan, ofrecen, regalan… con una sonrisa, una mirada, una caricia… Si miramos con los ojos del Corazón podemos “ver” ese Amor.

Cuando estés con un niño, siéntete agradecido de ser el receptor de tan excelsos sentimientos.

2. Espontaneidad

Los niños se dejan ir, fluyen, son espontáneos. Sus límites son los mínimos para su supervivencia. No entienden de convenciones sociales y represiones y por tanto de frustraciones voluntarias.

Esta espontaneidad les dota de felicidad y fluidez vital.

3. Inteligencia Emocional

Siempre me ha parecido digno de admiración esa capacidad de los niños de olvidarse del daño al instante. Quizás les estés curando de una herida y por tanto haciéndoles daño; pero ellos al instante s olvidarán y estarán contigo son rencor.

Este es un ejemplo que nos puede servir para entender el placer del perdón y sus beneficios para vivir feliz.

4. Creatividad

Cuando nos vamos haciendo mayores nos vamos olvidando de una de las capacidades más importantes para nuestra vida como es la creatividad. Los niños asocian, inventan, fantasean sin límites. Ellos van creando su propia realidad.

Cuando queramos hacer algo nuevo, volvamos a ser niños.

5. Confianza

Los niños confían plenamente en los adultos. Aceptan su autoridad y guía y se dejan ayudar. Cuando crecemos sentimos el peso de las traiciones, los abandonos y las pérdidas y dejamos de confiar en la vida y en nosotros.

Si recuperamos esta confianza volveremos a aceptar la vida y por tanto nuestra felicidad.

6. Autoestima

Cuando un niño quiere hacer una cosa, la hace. No se plantea si va a ser capaz o qué van a decir los demás. Esta forma de actuar la vamos abandonando cuando empezamos a dar más valor a lo que dicen los demás que lo que dice nuestro corazón.

Los adultos podemos utilizar nuestra conciencia para elegir una buena “autoestima”.

7. Libertad

Los padres y los adultos en general somos la autoridad. Juzgamos, ordenamos y “educamos” casi siempre desde un lugar de experiencia y conocimiento, pero también es cierto que el niño provoca y se revela buscando su libertad.

Debemos educar niños que de mayores aprecien la libertad y no buscar salvadores de patrias.

8. Recuerdo

Quizás una de las primeras enseñanzas que obtenemos con los niños es todo aquello que hemos obtenido, ganado y evolucionado como seres humanos desde que nosotros lo fuimos en su momento.

Recordar debe ser una acción positiva de crecimiento, nunca un acto de recriminación.

Carlos Postigo

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