Hay momentos en nuestras vidas que tenemos la intuición o incluso el deber de parar y Reiniciar. Sentimos que nuestro camino se ha detenido, que todo son obstáculos, inconvenientes y dificultades de todo tipo.
En mi camino de emprendimiento he pasado por esto momentos varias veces aunque siempre hay uno más fuerte que los demás. Hace poco quedé parado, bloqueado, sin orientación ni motivación. Desenfocado, en definitiva.
Las opciones son claras, o parar o avanzar. Decidí avanzar aunque con inteligencia, es decir, dejándome llevar por cuál era la mejor solución y la que más beneficio y tranquilidad me iba a aportar.
Esta situación me ha hecho empezar de nuevo. Ahora, estoy sintiendo los beneficios de ese Reiniciar:
- Foco
Una vez que empezamos de nuevo, volvemos a tener un foco, pero además, y es lo más importante, claridad respecto a él. Volvemos a tener un objetivo por el que movernos.
Si tenemos varios focos y no nos centramos en el importante, nos va a generar un estado de confusión, desorientación y ansiedad que acaba repercutiendo en nuestro comportamiento y haciendo más difícil la consecución de nuestro objetivo.
- Motivación
La consecuencia más importante de la claridad del foco es la motivación, ilusión y energía que generamos y ponemos a disposición de nuestra meta. Esta motivación nos mueve, nos hace levantarnos del asiento y actuar.
Sin ella, quedamos a disposición de cualquier idea u ocurrencia que se nos pase por la mente. Nos sentimos incapaces de distinguir entre aquello que nos gusta y aquello que nos apasiona y nos motiva desde el fondo de nuestro corazón.
- Mover el culo
Al actuar, estamos poniendo en marcha en hechos concretos nuestra energía y motivación. La consecuencia de mover el culo es la consecución de pequeñas metas que nos van a ir acercando a nuestro objetivo final.
Cuando hacemos, estamos poniendo en marcha recursos y capacidades que quizás estaban latentes y nunca habíamos pensado que teníamos. Esto nos lleva a sentirnos seguros de nosotros mismos y por tanto aumentamos nuestra motivación.
- Confianza
La seguridad que sentimos cuando vamos consiguiendo esos pequeños retos que nos proponemos hacemos que aumente nuestra confianza en nosotros mismos y nos veamos capaces de ir siempre un paso más allá.
Esta confianza hace que sintamos a su vez confianza en las circunstancias y diversas situaciones que viviremos. Es en este momento cuando acontecen cosas “mágicas”, casualidades que no entendemos pero que están alineadas con nosotros y nuestros sueños.
- Relajación
La confianza ganada nos hace sentir más tranquilos, al dar por hecho que somos capaces de conseguir nuestras metas y por tanto nos despreocupamos del fracaso. La incertidumbre nos mueve, la ansiedad nos paraliza.
Cuando actuamos relajados, estamos sintiéndonos como parte de lo que hacemos, y eso nos da un sentido a nuestro comportamiento que vuelve a dar fuerza nuestro foco y volver a sentirnos orientados, serenos y felices.
Carlos Postigo