
Me explico: ¿lo elegiste tú o te dejaste elegir?
Pasa el tiempo y muchas veces justificamos nuestras decisiones, algo que la psicología ha demostrado que hace el cerebro como mecanismo de adaptación para no herir nuestra autoestima.
Aquí viene el problema, entramos tanto en la justificación que nos cuesta ver qué hay detrás, ¡cuál fue la verdadera decisión!
Y ahora puede ser un buen momento para retomarte, plantearte tus decisiones y revisar lo que las condicionó y te hizo estar donde estás ahora.
¿Te animas a vencer tus resistencias (también llamadas justificaciones)?
Sí, es duro, pero es algo que te va a ayudar a transformarte.
¿Te apuntas?
De momento, y como ya te he comentado en otras ocasiones, de esto y otras cosas hablo en forma de microcuentos en «Hilos de Sabiduría«, ya sabes, ese pequeño manual de amor propio que te hará vivir sin «quejas».
Un abrazote!!!!!!!