Terapia para ancianos: ansiedad, depresión, dependencia, memoria…
Los más mayores tienen sus propias preocupaciones y quizás el miedo a la soledad sea lo que más le afecte. Cuando los hijos ya no viven en casa y no llaman frecuentemente, la pareja ha fallecido o está enferma y sienten que sus fuerzas se les escapan, se puede llegar a generar altos grados de ansiedad y depresión que muchas veces lleva a decisiones que pueden evitarse con un tratamiento adecuado.
Al igual sucede cuando la pareja acaba de fallecer, hay un diagnóstico fatal o se producen situaciones familiares de exclusión. Todo puede llevar a nuestros ancianos a caer en un estado de tristeza y depresión que es necesario tratar.
La pérdida de memoria y de atención es algo muy importante a trabajar con los mayores, puesto que les hará sentirse válidos y les ayudará a evitar caer en las garras de enfermedades como el Alzheimer.
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