La espalda se puso a gritar

Me sucedió en un taller que impartí.

Era sobre Técnicas de Relajación y Meditación.

Había 8 personas tumbadas en el suelo.

Estaban practicando Relajación Muscular, una técnica que te induce a un estado de relajación profunda muy potente.

Después de media hora, despertaron y pregunté:

¿Qué tal?

Y una mujer me contestó:

Fatal, me duele la espalda.

Le pregunté si antes del ejercicio ya le dolía y me dijo que no, que ella estaba bien antes de entrar al taller.

Ella acusó a la relajación de su dolor de espalda.

¿Tú también crees que fue la técnica?

Pues no, la respuesta es mucho más sencilla.

Vivimos con tan alto nivel de ansiedad y de tensión muscular que ni sentimos los dolores de nuestro cuerpo.

Con el paso del tiempo vamos contracturándonos sin darnos cuenta.

Vamos normalizando la ansiedad; es decir, se camufla.

Dicho de otro modo, nos acostumbramos a ella y ya no nos damos cuenta de su existencia y de cuánto nos influye en nuestro día a día… en nuestro bienestar psicológico.

Pero podemos dar un primer paso y ese es… parar.

Pero de ello ya hablaré en otro correo.

En este, de momento, te aconsejo que vayas conociendo varias técnicas de relajación.

Todas son muy sencillas y supereficaces… sólo tienes que ponerlas en práctica.

Puedes conocer las más importantes en este curso de Técnicas de relajación y meditación para hacer frente a la ansiedad y el estrés asociado al burnout.

PD: Cambian la vida.

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