Todos conocemos una gran cantidad de dichos y refranes que, si lo pensamos detenidamente, siempre dan respuesta a alguna de las circunstancias de la vida. Siempre hay una oportunidad para utilizar uno de ellos.
Y es que estas pequeñas sentencias condensan una gran sabiduría. Dentro de unas pocas palabras estamos siendo testigos de un conocimiento que ya dedujeron nuestros antepasados y que les sirvió a la hora de tomar sus decisiones y por tanto vivir mejor.
En este artículo voy a hablar de cinco de estos dichos que creo que están bastante relacionados con nuestro interior emocional; en definitiva, nos van a ayudar a ver la vida de otra manera y sentirnos mejor.
1. Lo que no mata, engorda
Aunque la primera impresión es pensar que este dicho está refiriéndose a nuestros hábitos alimenticios, en realidad está dándonos a entender mucho más de lo que su lectura literal nos hace pensar.
Y es que, si no intentamos las cosas, si no las probamos, nos atrevemos y actuamos, no podremos conseguir alimentarnos tanto emocional como espiritualmente. La creatividad nos ayuda a crecer como personas.
¿Qué es lo peor que nos puede pasar? Si nos mata, ya no estamos y nuestras preocupaciones ya no nos molestan, y si no es así, únicamente engordamos, algo que si lo interpretamos como un error, no deja de ser algo que siempre tiene su arreglo, ¿verdad?
2. A la oportunidad la pintan calva
Para entender este dicho deberíamos completarlo diciendo que más que calva, se la pinta con uno o dos pelos, puesto que gráficamente nos ayuda a entender la importancia de las ocasiones.
Porque es totalmente cierto que las oportunidades se presentan muy esporádicamente, y estar atentos a esos momentos es muy importante si queremos aprovecharlos en nuestro beneficio.
¿Cómo te sientes cuando piensas que has perdido la oportunidad de conseguir o hacer algo? Pues eso, estar atento y dispuesto a peinar esos dos pelos, nos va a ayudar no solo a conseguir nuestro objetivo, sino a estar más vivos y atentos a la vida.
3. Cada uno lleva su cruz
Muchos dichos se pueden interpretar de diversas maneras y este es uno de esos casos puesto que podemos leerlo como que la vida es una carga y cada uno de nosotros llevamos la nuestra y que esta es nuestra desgracia.
Pero también hay otra lectura relacionada con la empatía, ya que nuestra visión se suele caracterizar por tener una visión egocéntrica viendo sola y únicamente nuestra carga, mas, si cambiamos la dirección del foco, ¿no nos damos cuenta de que los demás también llevan su cruz?
Y es que este cambio en el foco nos ayuda a darnos cuenta que cada uno lleva lo suyo y que eso que lleva encima le está influyendo y/o determinando en su comportamiento, algo que nos ayuda a entenderlo y ponernos en su lugar (aunque no a justificarlo)
4. Mejor solo que mal acompañado
En tiempos de pandemia de soledad, hacer referencia a este dicho puede ser algo inadecuado, pero no podemos olvidar que esta sentencia tiene otra interpretación que nos va a ayudar a tener mejor autoestima y mejores relaciones.
¿Cuántas veces has aguantado a personas que lo único que hacían era hacerte sentir mal?¿De cuántos vampiros energéticos te has visto rodeada? Al final, ¿no tuviste que deshacerte de ellos?
Seguro que después de haber tomado esta decisión te sentiste mejor. Es posible que al principio pudieras sentirte culpable, pero si lo piensas detenidamente, a largo plazo ganaste en bienestar y autoestima, ¿no?
5. No hay mal que por bien no venga
Y por último, un dicho que podríamos catalogar de “consolador”, pero que si lo usamos cuando sufrimos alguna desgracia, nos va a ayudar a sentirnos mejor y seguir adelante con más positividad.
No sabemos si hay reglas que regulan nuestras vidas, ni si las cosas pasan por algo, pero si cuando sufrimos una desgracia pensamos que es por algo mejor, esa desgracias no desaparece, pero nuestros ánimos aumentan y nos impulsan.
Y es que, aunque podamos pensar de muchas maneras, ¿por qué no elegir aquellas que nos ayuden a ver la vida de otra manera que nos haga sentirnos mejor? En definitiva, si lo piensas bien, en nuestras manos únicamente está el cómo ver las cosas, ¿no crees?