¿Quién no ha sentido un fuerte sentimiento de envidia alguna vez? La envidia es un sentimiento de desear algo que otro tiene o hace pero acompañado de una sensación de malestar, negatividad e incomodidad que puede llegar a consumirnos por dentro.
Es un sentimiento tan fuerte que puede ser la base de toda nuestra conducta e ideología dirigiendo todas nuestras decisiones. También es cierto que no solo no nos gusta mostrarlo, sino incluso reconocérnoslo en nosotros mismos. Nos avergonzamos de sentirlo. Para ello solemos inventar una gran cantidad de excusas y razones que justifiquen nuestro comportamiento sin dejarnos en evidencia.
En definitiva, la base de la envidia es la falta de confianza en uno mismo. No nos vemos capaces de conseguir, tener, ser… como el envidiado. Nos olvidamos de lo que somos y podemos llegar a ser y nos centramos en algo/alguien externo que no somos nosotros.
Podemos hablar de 5 trucos sencillos para superar esos momentos de envidia tan indeseados.
1. Reconocer
El primer truco y paso para superar la envidia es el reconocimiento de este sentimiento. Aunque pueda parecer de sentido común, no siempre nos gusta reconocer este tipo de emociones puesto que nos han educado a verlas como algo que no “debemos sentir”.
Cuando damos este gran paso, no solo reconocemos este sentimiento, sino que además lo aceptamos. Este simple gesto puede ser la llave que abra la puerta de la tranquilidad.
2. Enfocar
Cuando sentimos envidia y no sabemos cómo atajarla, uno de los trucos más importante es recordar cuál es nuestro objetivo, sueño o meta por el que vivimos. No hablo de un sentido de vida, sino de reconocer qué es lo que nos motiva y no desviarnos de ello.
Si envidiamos algo que la otra persona hace y que puede venirnos bien para nuestro objetivo, podemos usar el siguiente truco:
3. Aprender
Para utilizar este truco previamente hemos de reconocer que hay algo que no sabemos del otro y que es esto lo que nos genera envidia. Podemos usar este sentimiento como oportunidad de aprender aquello que queremos o necesitamos.
Gracias a la envidia podemos llegar a cultivar de manera excelente nuestra capacidad de aprendizaje y sabiduría.
4. Actuar
La envidia suele ser un sentimiento que nos deja pasivos, quietos sin hacer nada aunque sintiendo una gran ansiedad. Podemos acabar sentados en el sofá dándole vueltas a nuestra situación sin tomar una decisión.
Para ello, debemos actuar en un sentido positivo, es decir, ponernos en marcha para conseguir algo que nos haga desarrollarnos y crecer. El actuar haciendo daño o menospreciando al otro solo nos va a generar más malestar, dolor y envidia.
5. Aceptación
Quizás el punto más importante es el aceptarnos a nosotros tal y como somos. Aunque requiere un trabajo de conocimiento personal y aceptación, es imprescindible para no solo no envidiar, sino reconocer y admirar aquello que no somos/tenemos y el otro sí.
Una gran confianza en nosotros mismos es el antídoto más fuerte contra la envidia.
CONFÍA EN TI MISMO
Carlos Postigo