Pues parece ser que no está claro que la palabra china que significa “crisis” también quiera decir “oportunidad”, y si no me crees, echa un ojo por la red y en la misma Wikipedia lo puedes ver.
Digo esto porque hoy en día está muy de moda el equiparar ambos conceptos cuando la verdad es que no tienen por qué ir de la mano. Una crisis no tiene por qué ir seguida de una oportunidad ni toda oportunidad surge de una crisis.
Así, ante la crisis acaecida por la COVID19, la mayoría de las personas no han visto ninguna oportunidad para “algo” (sea lo que sea ese “algo”); y si tenemos la suerte de encontrar una vivienda a bajo precio, este hecho no tiene que venir precedido de ninguna crisis en nuestras vidas, ¿no crees?
Ahora bien, sí creo que haya una relación, pero más concretamente pienso que la establecemos nosotros, con nuestra actitud y forma de pensar. Es decir, ve el que quiera ver y cómo ver.
Es cierto que una crisis puede ser una oportunidad, y subrayo “puede” porque depende de nosotros que lo veamos así y la podamos aprovechar. En el mundo del emprendimiento esto es dogma, una crisis pandémica como la que hemos pasado puede ser una fuente de nuevas ideas para invertir en nuevos campos; así como también puede ser un buen momento para descubrir recursos y herramientas personales que tenemos en nuestro interior y que podemos poner en marcha en nuevas ocasiones difíciles.
Por tanto, no considero que haya una relación entre crisis y oportunidad per se, sino que depende de nosotros el aprovechar las circunstancias adversas para sacar un beneficio, sea entendido de diversas maneras este concepto. Piensa que no siempre es material o económico, sino que muchas veces también puede ser inmaterial como el aprendizaje, el autoconoicmiento o una nueva visión de la vida y nuestra realidad.