Tener un bajo concepto de nosotros mismos nos genera un gran malestar. Sentimos que no valemos para nada y nos recluimos en nosotros mismos. No sentimos sin autoestima.
Ante ello solemos responder de varias maneras: adoptamos una forma de actuar que no es nuestra, nos podemos recluir y no atrevernos a tomar ninguna iniciativa o podemos ser conscientes de nuestra valía y desarrollarla.
La última alternativa es la más sana, puesto que sacamos a la luz lo que somos y valemos sin necesidad de añadidos externos. Esta toma de consciencia es un proceso de autoconocimiento que supone un trabajo personal.
Para ayudar a este trabajo, te propongo un ejercicio que puede serte de gran utilidad para darte cuenta de esa valía que tienes y que puede que no veas. Te animo a que lo realices y disfrutes de sus magníficos resultados.
1. Materiales
Boli y papel. Como puedes comprobar, son herramientas muy sencillas que te van a ayudar a sacar un gran potencial.
2. Escribe en el papel todos aquellos logros que has conseguido en tu vida.
Aquí hago un inciso. Normalmente, si te pido que pienses en un logro, te centrarás en momentos muy significativos de tu vida como puede ser aprobar un examen importante, la compra de una casa o conseguir un buen empleo.
Quiero destacar que un “logro” es mucho más que eso. Date cuenta de acontecimientos que das por hecho pero que en cambio también son logros tuyos. Como ejemplos pueden ser el tener una relación cordial con tu hermano, el cocinar sin prender la cocina o el llegar a tu lugar de destino sin incidentes cuando viajas en automóvil.
A parte de estos ejemplos más concretos, también tienes que tener en cuenta otros más “generales”, como pueden ser no tener una enfermedad gracias acciones que llevaste a cabo para prevenirla, saber leer gracias a tu esfuerzo o incluso estar vivo.
Más que centrarte en el grado de responsabilidad en estos resultados, pon tu atención en que sin tu participación voluntaria y/o esfuerzo no lo podrías haber conseguido. Es cierto que fuiste a la escuela y te obligaron a aprender a leer, pero sin tu esfuerzo no lo habrías conseguido.
Te animo que hagas una lista lo más larga posible de logros personales y seas así consciente de la cantidad de éxitos que has tenido y cuánto valor tienen gracias a ti.
3. En el caso de que te quedes bloqueado, puedes viajar a tu pasado y recordar acontecimientos exitosos. Por ejemplo, puedes retroceder a cuando tenías 8 años; luego cuando tenías 15, y así sucesivamente hasta ahora.
4. Por último, te recomiendo que lo leas en voz alta y escuches todos tus logros. Te animo además, para obtener todo el potencial de este método, que le pidas a alguien que te lea tu lista y sentir todo lo que vales.
Te invito a que ahora mismo te pongas a escribir tu lista de logros y seas así consciente de tu potencial y valía. Disfruta.
Carlos Postigo