Sabemos que el miedo es una sensación bastante desagradable y que en el día a día lo sobrellevamos como podemos. Pero también es cierto que hay momentos en la vida en los que tenemos que enfrentarnos a él y nos vemos superados, quedándonos incapacitados para reaccionar como quisiéramos.
A la hora de pedir un aumento de sueldo, comunicarle a nuestra pareja el fin de la relación o tomar una decisión económica bastante importante es normal que nos sintamos invadidos por el miedo y queramos escapar, pero… al final tenemos que actuar.
Pues bien, para no sentirnos agobiados y poder hacer frente a esta situación protagonizada por el miedo, me gustaría darte a conocer los cuatro pasos mágicos que te ayudarán a enfrentarte al miedo y superarte a ti mismo, poniendo los cimientos para las siguientes situaciones:
1. Qué te genera el miedo
Aunque parezca de perogrullo, muchas veces no sabemos a qué le tenemos exactamente miedo. Es posible que pensemos que decirle a una persona que nos gusta nos ⅚dé miedo al rechazo, cuando a lo mejor es miedo a hacer el ridículo ante los amigos.
También hay que tener en cuenta que el miedo no es único muchas veces, sino que puede ser una sensación de varias circunstancias que nos genera ansiedad como el ejemplo que acabo de poner.
En todo caso, analizar y entender qué es lo que nos provoca el miedo nos va a ayudar a conocerlo y poder enfrentarnos a él con mejores herramientos y más preparados, ¿no crees?
2. Visualiza
Sabemos que visualizar no soluciona los problemas, pero nos ayuda a descubrir detalles que pueden ser muy importantes a la hora de tomar la decisión de actuar y cómo hacerlo.
Así, no es lo mismo visualizar una escena ambientada en un despacho de una oficina que en un restaurante. En ambos casos existen factores que pueden ayudar o perjudicar el enfrentarnos al miedo.
Así por ejemplo, si visualizamos una escena en un parque, nos puede afectar la presencia de otras personas desconocidas y aumentar nuestra ansiedad, lo que no nos beneficia a la hora de afrontar el miedo.
3. Respira
Dentro de este término tan sencillo caben muchas acciones, ya que no se trata de tomar aire por la nariz y soltarlo por la boca para dejar de tener miedo y conseguir nuestro objetivo.
No. Con respirar me estoy refiriendo a tomar consciencia de nuestra situación, nuestro objetivo, deseos, sueños y sentir la fuerza interna motivadora que nos impulsa a no solo tomar la decisión de actuar, sino de hecho, hacerlo.
Es un paso bastante abstracto y subjetivo, pero que en el fondo es el paso previo a la actuación, el preámbulo que nos ayuda a dar el primer paso y afrontar de manera mágica el miedo.
4. Actúa
Y por supuesto, el último paso no podría ser otro que el de Actuar. La gran palabra mágica, la que materializando conseguimos que nuestras vidas sean más cercanas a la idea que tenemos de ellas.
Actuar consiste en moverse, en dejar de pensar, analizar, imaginar, soñar y dar el paso, a riesgo de no conseguir el objetivo marcado pero con la satisfacción de habernos superado a nosotros mismos.
El miedo tiene miedo a la acción y por ello se alimenta de ella para intentar engordar y seguir teniendo poder; pero es ahí donde nosotros podemos actuar y, siguiendo actuando, no dejándole comer. Nuestro objetivo es que el miedo viva con lo mínimo y nosotros con nuestra satisfacción máxima, ¿estás de acuerdo?