Creo que un hábito sano para nuestra salud mental es no juzgar. Lo hacemos de forma muy habitual y principalmente cuando acabamos de conocer a alguien. A partir de lo que percibimos de esa persona, establecemos una serie de juicios: “este oculta algo”, “por lo que acaba de decir es un poco chulo”, “con esas pintas no me fío”… Si apartáramos esos juicios podríamos relacionarnos de forma más sana, puesto que no daríamos por hecho cosas, dejaríamos de estar a la defensiva y llegaríamos a una comunicación más clara y positiva. Todos sabemos lo complicado que es no juzgar a las personas. Aunque se nos dice por todos los lados que no debemos hacerlo, a la hora de la verdad creo que somos mayoría los que lo hacemos, aunque nos…